*La rima: por su tematica se puede dividir en cuatro series:
-1)serie:trata sobre la poesia(I,II,III,IV,XXI)
I.
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de este himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas, ¡oh hermosa!
Si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
II.
Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
sin adivinarse dónde
temblando se clavará;
hoja del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde a caer volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y no sabe
qué playa buscando va;
luz que en los cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
ignorándose cuál de ellos
el último brillará;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo, sin pensar
de dónde vengo, ni adónde
mis pasos me llevarán.
En la primera estrofa se identifica con una saeta, una flecha, que no sabe hacia donde se dirige, ni a donde llegará.
A continuación, en la segunda estrofa, con una hoja de árbol que es arrancada ya seca por un fuerte viento. Nadie sabe el rumbo que tomará.
En la tercera estrofa se identifica con una ola que se deja llevar por el viento sin saber lo que busca.
Luego con una luz próxima a apagarse, da a entender que ignora cuando morirá.
La última estrofa expresa la desorientación y angustia existencial del poeta.
III.
Sacudimiento extraño
que agita las ideas,
como huracán que empuja
las olas en tropel;
murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo
como volcán que sordo
anuncia que va a arder;
deformes siluetas
de seres imposibles;
paisajes que aparecen
como un través de un tul;
colores que fundiéndose
remedan en el aire
los átomos del Iris
que nadan en la luz
ideas sin palabras
palabras sin sentido;
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás;
memorias y deseos
de cosas que no existen;
accesos de alegría
impulsos de llorar;
actividad nerviosa
que no halla en qué emplearse;
sin rienda que lo guíe
caballo volador;
locura que el espíritu
exalta y enardece
embriaguez divina
del genio creador...
¡Tal es la inspiración!
gigante voz que el caos
ordena en el cerebro,
y entre las sombras hace
la luz aparecer;
brillante rienda de oro
que poderosa enfrena
de la exaltada mente
el volador corcel;
hilo de luz que en haces
lo pensamientos ata;
sol que las nubes rompe
y toca en el cénit;
inteligente mano
que en un collar de perlas
consigue las indóciles
palabras reunir;
armonioso ritmo
que con cadencia y número
las fugitivas notas
encierra en el compás;
cincel que el bloque muerde
la estatua moldeando
y la belleza plástica
añade a la ideal;
atmósfera en que giran
con orden las ideas,
cual átomos que agrupa
recóndita atracción;
raudal en cuyas ondas
su sed la fiebre apaga;
oasis que al espíritu
devuelve con vigor...
¡Tal es nuestra razón!
Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo el genio puede
a un yugo atar las dos.
La rima es una oposición entre la inspiración y la razón.
Habla sobre la inspiración en las ocho primeras estrofas aclarándolo con el verso “tal es la inspiración”. En las ocho estrofas siguientes habla sobre la razón aclarándolo, como anteriormente, con el verso “tal es nuestra razón”. Por último hay una estrofa de cuatro versos que anuncia el trabajo del genio. El genio es el encargado de unir a la inspiración con la razón.
A la inspiración la muestra como algo que hace surgir las ideas. Estas ideas serán caóticas, desorganizadas y sin molde e irán creciendo dentro del poeta.
La razón es presentada como algo que da molde a las ideas, las ordena. Une los pensamientos dando sentido, reúne a las palabras necesarias. Es algo que esculpe la poesía dándole forma.
Como ya he dicho anteriormente, en la última estrofa anuncia que el genio es el encargado de unir a las dos.
A mi me da a entender que sin inspiración o sin razón no se puede crear un poema.
Para hacerlo deben trabajar las dos juntas y de eso se encarga el genio, es decir la capacidad creativa de un poeta.
IV.
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a do camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!
Los motivos inspiradores de la lírica de Bécquer son la belleza de la naturaleza, las limitaciones del conocimiento humano, los sentimientos y sobretodo el amor y la belleza femenina, que son los más significativos de todos.
Bécquer utiliza la anáfora “mientras” y el estribillo “¡Habrá poesía!” para marcar el ritmo.
La antitesis y los hiperbatones que han sido claros para mí son;
A: “Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que nos miran”
“Mientras responda el labio suspirando al labio que suspira”
H: “Mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas”
- Mientras dos almas puedan sentirse confundidas en un beso
La antítesis es la oposición de términos distintos
El hipérbaton altera el orden lógico.
La función expresiva general de las antitesis y del hipérbaton podría ser que aunque convivan juntas cosas opuestas y no exista un orden lógico continuará existiendo la poesía.
XXI.
—¿Qué es poesía? —dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul—;
¿Qué es poesía...? ¿Y tú me lo preguntas?
¡Poesía... eres tú!
Ambas rimas describen los ojos de la mujer.
En la Rima XII compara al inicio los ojos de la niña con el mar. A continuación dice cosas bellas y cualidades del color verde. En la tercera estrofa habla sobre sus mejillas rosadas y dice que sus ojos parecen hojas de almendro. En la cuarta estrofa anuncia que sus labios son rojos cual rubíes y también que sus ojos centelleantes parecen olas del mar agitadas. En la quinta estrofa habla sobre su frente, una cumbre que concluye con una cabellera rubia donde se refleja la luz, y comenta que sus ojos verdes junto a sus pestañas rubias parecen broches de esmeralda y oro. Finaliza en la última estrofa repitiendo los primeros versos, volviendo a comparar sus ojos con el mar.
En la Rima XIII, en la primera estrofa compara los ojos de la dama con el reflejo de la mañana en el mar. En la segunda estrofa dice que al llorar parece una violeta culminada por gotas de rocío. En la tercera estrofa asemeja sus ojos destellantes al cielo de la tarde con una única estrella.
En la primera rima, el poeta intenta convencer a la niña de la belleza de sus ojos verdes, y habla también sobre otras partes de su rostro. En la segunda rima habla sobre la belleza de sus ojos azules, pero solo sobre sus ojos.
*Tras investigar, he descubierto que popularmente los ojos verdes son símbolo de maldad y los ojos azules de belleza. De ahí puede proceder la inconformidad de la dama en la primera estrofa.
-2)serie:sobre el amor:(XVII,XXIII,XXIV)
XVII.
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto.., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
XXIII.
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... ¡yo no sé
que te diera por un beso!
XXIV.
Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.
Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.
Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al reunirse en el cielo
forman una nube blanca.
Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.
-3)serie:sobre el desengaño y el fracaso:(XXXVIII,XLI)
XXXVIII.
Los suspiros son aire y van al aire!
Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?
XLI.
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme! ...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque ...
¡No pudo ser!
-4)serie:sobre la desolacion absoluta:(LII,LIII)
LII.
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego encienden las sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!
Llevadme por piedad a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad!, ¡tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!
LIII.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!